Mi sensibilidad como fotógrafo infantil se despertó un 31 de agosto con el nacimiento de mi primera hija Laia.

Descubrí su sonrisa y esos ojitos que me miraban abrieron ante mí todo un mundo: El Mundo de los Niños.

Captar su ternura, dulzura, naturalidad, mostrarlos como realmente son: es el objetivo de mis fotografías.

Con mi segunda hija Noa he seguido viviendo momentos que vale la pena inmortalizar. Hay que recordarlos como son ahora.

Ellas son mi inspiración

Back to top